Esta receta la podemos preparar con champiñones o setas, podemos elegir la base que más nos guste para una tapa de excepción.
Al ser frescos el primer paso será lavar bien los champiñones o las setas, de esta manera los tendremos listos para cocinarse.
Es importante que no tengan nada de tierra y sean del mismo tamaño, de esta manera se cocinan a la vez.
Si tenemos distintos tipos de champiñones o de setas podemos cortarlos en trocitos iguales para conseguir un plato sencillo de restaurante.
Pelamos los dientes de ajo y los fileteamos. Si no somos muy amante del ajo, podemos colocarle un poco menos, aunque en esta receta son necesarios.
En la sartén colocamos un buen chorrito de aceite de oliva de la mejor calidad posible, podemos mezclarlo con mantequilla para que quede más cremoso el resultado.
Dejamos que se fundan antes de añadir los ajos. Este fondo será el que le aporte sabor al plato junto con el vino blanco.
Tenemos casi todo listo para la acción, añadimos los champiñones o setas cuando los ajos empiecen a dorarse. Champiñones al ajillo con vino blanco: la receta de hongos idónea para picar
Los champiñones tienen mucha agua por lo que acabarán creando ellos mismos con su líquido y la mantequilla una salsa de lujo.
Incorporamos el vino blanco para darle el toque afrutado y fresco que esta receta necesita. La calidad del vino es importante, un vino blanco nacional le dará el toque deseado a esta tapa.
Dejamos que se evapore el alcohol y añadimos un poquito de perejil De esta forma tan rápida y sencilla habremos creado la tapa más deliciosa que existe.